dimecres, 20 de maig del 2009

EL PRIMER GRAN MAESTRE DE L´ORDRE DEL TEMPLE ERA CATALÀ ?


Hug de Pinós el gran desconocido
Era el primer gran maestre de la Orden del Temple catalán?
En un principio podría sorprender la asignación de la nacionalidad catalana a Hugues de Payns, pero existe una hipótesis, que como mínimo, no podemos considerar a la lijera.
La hipótesis parte de un manuscrito anónimo del siglo XVIII, dedicado al Conde de Guimerà, ?Declaración de la inscripción griega de la cruz de la iglesia de San Esteban de Bagá, cabeza de las Baronías de Pinós, quién de la Armada que tomó tierra Santa, año de 1110?. Dicho manuscrito se puede encontrar en la Biblioteca Nacional de Madrid como manuscrito sign. 7.377, pág 81-91 v.
Según cuenta el manuscrito en cuestión , durante la Primera Cruzada un contingente de caballeros catalanes partieron hacia Tierra Santa, colaborando en la toma de Jerusalén en 1099. Entre estos caballeros se encontrarían entre otros los hijos del Almirante deaCatalunya, los hermanos Galcerán y Hugo de Pinós, naturales de Bagá.

Bagá es un pequeño pueblo situado en los Pirineos cercano a la frontera Francesa, rodeado de unos cuantos pueblos dónde podemos encontrar iglesias circulares. Sitios tan conocidos como La Pobla de Lillet i Santa María de Besora.
Una vez se tuvo Jerusalén en manos cristianas se planteó el problema de su administración y sobretodo de la protección de la ciudad. De igual forma aparecía un problema de logística, los peregrinos que vendrían desde todas las tierras cristianas a visitar la Ciudad Santa. Así fue como un grupo de los caballeros catalanes decidió formar una cofradía para defender a los peregrinos y asistirlos en sus necesidades. Una vez constituido el Patriarca les cedió en custodia una reliquia, el lignum crucis que el Papa Urbano II había regalado a los cruzados para que presidiese sus batallas. Dicho Lignum crucis tenía forma la forma de una cruz de cuatro brazos, o patriarcal; dicha cruz fue la que la cofradía catalana cosió sobre sus mantos blancos como insignia distintiva y que posteriormente siempre ha identificado los ropajes de los templarios.
Dicha cofradía se instalaría sobre las Ruinas del Templo de Salomón, de dónde recogieron el nombre de Templarios, y su primer maestre sería un caballero llamado Hug de Pinós. Este caballero , dejaría su apellido para tomar el de su lugar de origen, Bagá, por lo que desde entonces fue conocido como Hug de Bagá, latinizado a Hugo de Baganus y deformado posteriormente en Hugues de Paganus...Payns, Paencis o Paenz, el borgoñon que la Historia ha reconocido como el Primer Gran Maestre del Temple.
Cuando Galcerán decidió regresar a Catalunya para hacerse cargo del patrimonio familiar, su hermano Hug le entregó, con autorización del Patriarca de Jerusalén, el Lignum Crucis que anteriormente se ha citado. Llegado a Bagá Galcerán mandó construir la iglesia de San Esteban y en ella depositó la cruz, a la cual se le adjudicaron diferentes milagros a lo largo de la historia posterior del pueblo.
Para reforzar la hipótesis catalana, por así decirlo, nos encontramos que la família Pinós de Bagá aparece de forma más que curiosa en su relación con el Temple. El enclave Templario de Bagá se conforma en el período comprendido entre 1154 y 1279, en base a las valiosas donaciones que , durante dichos años otorgaron diferentes partícipes de la familia Pinós a la Orden. Donaciones que incluyen desde casas en Lérida hasta toda una comarca, La Serra de Sitja.
Dicho lugar estaría rodeado de varias posesiones templárias como Puigcerdà, Toloríu, Urgell, Casserras, PuigReig....Vic.
Los habitantes de Vic no creo que estén muy de acuerdo con dicha hipótesis ya que según ellos el Lignum Crucis de Bagá lo trajo de Constantinopla a Tierras Osonencas el Obispo de Vic, D. Arnulfo.
Una posibilidad es que siendo Vic sede del obispado la reliquía si estuviese allí por una temporada, pero que también en Bagá, al ser la casa de Galcerán y Hug, recogiera la reliquia durante un cierto periodo de tiempo. No es de extrañar que Galcerán cuando volviese de Tierra Santa hiciese donación no oficial al Obispado de Vic, pudiendo luego conocerse la noticia por el pueblo de forma que el Obispo Arnulfo tendría el protagonismo, ganándose unos puntos quizás muy necesarios por algún tema que no viene al caso ahora, pero podría tratarse posiblemente de tema económico debido a una mala cosecha.
Volviendo al Lignum Crucis y sobretodo a sus milagros, hay uno para mi ciertamente curioso, reconozco que el interés es meramente personal...
D. Galcerán participó en la expedición cristiana organizada contra los moros de
Almería, bajo la dirección de Alfonso VII de Castilla y Ramón Berenguer IV de la corona catalanoaragonesa, con un fuerte contingente de caballeros templarios que, tras la conquista de la ciudad, se hicieron cargo de la misma y la mantuvieron en sus manos hasta 1157. El caso es que nuestro protagonista cayó prisionero junto al señor del Castillo de Suyl. Ambos fueron conducidos cerca de Granada, dónde fueron confinados a las mazmorras más oscuras y seguras de la ciudad, a fin de tenerlos a buen recaudo mientras se negociaba un buen rescate.
El rescate se estableció en ?cien mil doblas de finísimo oro, cien paños de brocado de oro de Tauris, cien vacas bragadas, cien caballos blancos y cien doncellas cristianas...? (permitidme decir...que el rescate no me parece nada mal). En fin, los vasallos de los padres de Galcerán ofrecieron a sus propias hijas para pagar el rescate, siendo éste enviado camino del puerto de Salou (quién te ha visto y quien te ve), para ser embarcado y enviado a Almería. Mientras tanto en Granada los cautivos rezaban a la Vera Cruz para poder celebrar la fiesta en casa, en la Iglésia de San Esteban dónde se encontraba el Lignum Crucis. Diós accedió a sus plegarias y apareciéndose San Esteban acompañado de San Dionisio (patrono de Suyl), sacarón a los prisioneros del cautiverio. En la vuelta a casa se encontraron cerca de Tarragona con la comitiva de las cien doncellas, que se dirigía a Salou. La alegría de encontrar a los caballeros fué sin duda muy grande, y la algarabía y fiesta que se montó ha llegado hasta nuestros tiempos.
Hasta 1936 se podían contemplar en la Iglésia de San Esteban “els ferros del cautiveri”, testimonio de la história con desenlace feliz y milagroso.
Como último apuntar que en el Lignum Crucis de Bagá podemos leer la siguiente oración,(en griego en la origianl):

Cruz de Jesucristo, en la cual desnudo,
desnudas la maldad: ¡Oh eterno salvador
omnipotente! ¡Verbo de Dios! Informad la
eterna inmortalidad a los mortales. En esta
Copa de Oro y Plata depositan tu
Cruz los que hacen camino al lugar de tu
salvación.?

Posteriormente encontré el escudo de la Baronia de Pinós en una exposición de Montblanc....me quedé a cuadros. Todavía están muchas cosas por comprobar